El proyecto es consecuencia de la hibridación genética de tres conceptos:
Mirador_ Nos interesa la acción de mirar, así como la acción de ser visto. Una acción dual: mirar sobre el territorio y a su vez, ser mirado por el territorio. Crear un elemento de orientación en la región; mostrándose en el paisaje.
Palmeral_ La ciudad de Elche está íntimamente asociada a su gran oasis de palmeras; pertenece a su esencia como ciudad. Este surge como un fuerte núcleo de atracción. Además, las palmeras pueden ser trepadas y entre sus ramas divisar el horizonte.
Centro social_ Representa la escala humana, la participación vecinal como elemento dinámico de los vecinos: snackbar, salas de exposiciones, salas de reuniones, sala multiusos. La intervención invita a todos los habitantes a apropiarse este espacio urbano horizontal y vertical suponiendo una plataforma de reflexión y proyección de la ciudad.
Tanto el mirador como el espacio urbano adyacente son tratados como un gran espacio publico de oportunidades: el plano del suelo, de la tierra; el espacio entre las ramas, espacio de actividad y sobre las ramas, el espacio del aire, del paisaje.
El paseo de la estación es recuperado para la ciudadanía; se propone un gran espacio de acogida de acontecimientos. Una franja de servicios aglutina pequeños contenedores de actividad: bares, flores, quioscos, entre otros. Igualmente, la circulación de vehículos es resuelta con una banda de tráfico ocasional que acoge las circulaciones provocadas por el aparcamiento subterráneo existente; y el transporte público.
El mirador surge como un nuevo organismo parte palmera, parte mirador, parte centro social. Ascendamos por su interior y recorramos sus ramificaciones, sus brazos concebidos para mirar y ser mirados. Penetremos en su interior interactuando con sus actividades. Un fondo-figura continuo: palmeral-mirador una veces; mirador-palmeral otras……..
Andarse por las ramas, entonces … |